El Sodio, es un mineral muy conocido por la población chilena, sobretodo se conoce por ser el principal causante de la hipertensión arterial, enfermedad crónica no transmisible que se origina por el consumo excesivo de productos alimenticios que lo contienen. Además puede provocar retención de líquidos en personas con insuficiencia cardíaca congestiva, cirrosis o nefropatía. Dichas personas deben estar bajo una dieta con restricción estricta de sodio.

Pero tenemos que saber, que como todos los minerales, tiene muchas otras propiedades que promueven el adecuado funcionamiento de nuestro organismo. El cuerpo utiliza el sodio para regular la presión arterial y el volumen sanguíneo, también es crucial para el funcionamiento de músculos y nervios.

La concentración plasmática de sodio en condiciones normales es de 137-145 mmol/L, éste se absorbe fácilmente desde el intestino delgado y de allí es llevado a los riñones, en donde se infiltra y regresa a la sangre para mantener los niveles apropiados. Alrededor del 90 -95% de la pérdida normal del sodio es a través de la orina y el resto por las heces y el sudor. La cantidad absorbida es proporcional a la consumida, y la excretada también es proporcional a la cantidad ingerida.

Como el sodio es absorbido tan fácilmente por nuestro organismo hay que tener presente las cantidades que se ingieren a diario por medio de los alimentos. Éste se encuentra de forma natural en alimentos de origen animal y vegetal, pero además, es componente de muchos alimentos procesados, y de la sal de mesa que encontramos en todas las casas desde hace siglos.

El requerimiento de sodio aproximado es de 500 mg/día para una persona con estado de salud normal. La mayoría de las personas consumen más sodio del que fisiológicamente necesitan.

El sodio en la dieta se mide en miligramos (mg). La sal de cocina contiene un 40% de sodio y una cucharada pequeña de sal de cocina contiene 2,300 miligramos de sodio.

Los adultos deben limitar la ingesta de sodio a 2,300 mg por día, mientras que los individuos que sufran de hipertensión arterial no deben consumir más de 1,500 mg por día. Aquellas personas que padezcan insuficiencia cardíaca congestiva, cirrosis hepática y nefropatía pueden necesitar cantidades mucho más bajas.

Es de suma importancia que aprendamos a reconocer los alimentos procesados que la contienen, ya sea en forma de sal o de subproductos, algunos de éstos son: glutamato monosódico, nitrito de sodio, sacarina de sodio, polvo para hornear (bicarbonato de sodio) y benzoato de sodio. Estos elementos son ingredientes en condimentos y aliños, como la salsa de soya, los cubos de caldo concentrado, sopas deshidratadas. Las carnes procesadas como el tocino, los embutidos y el jamón, al igual que las sopas y verduras enlatadas, son todos ejemplos de alimentos que contienen sodio agregado. Por lo general, las comidas rápidas también tienen un alto contenido de sodio.

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