Siempre tenemos que recordar que algunas grasas, en moderación resultan ser buenas para nuestro organismo, pero no cualquier grasa…

Hay cuatro tipos de grasas: ácidos grasos saturados, grasas trans, ácidos grasos mono-insaturados y ácidos grasos poli- insaturados.

Las beneficios para nuestra salud son las insaturadas: mono y poli-insaturadas, estas ayudan a disminuir el colesterol LDL o malo, en cambio los ácidos grasos saturados y los trans, ayudan a elevar el colesterol malo, por ende el consumo de estos  aumenta la posibilidad de ser un factor de riesgo para enfermedades cardiacas.

Los aceites vegetales, como por ejemplo el de oliva y canola, (fuente de grasa mono-insaturada) tienen una función vital en nuestro organismo y constituyen una de las más importantes fuentes de energía, indispensable para mantener el equilibrio de lípidos, colesterol y lipoproteínas que circulan en la sangre, proporcionan vitaminas A, D, E y K y aceites esenciales que nuestro organismo no puede producir.

Por lo tanto los aceites son una buena fuente de grasa mono- insaturada, pero debemos seleccionarlos inteligentemente. Recuerda elegir mirando el etiquetado nutricional y no solo el precio… lo barato cuesta caro!

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