La pareja, los hijos, el jefe, el desempleo, la infidelidad, la economÃa, el apuro, son algunos de los factores que pueden causar que el estrés produzca una disfunción sexual. Los estudios son concluyentes respecto a que más del 60% de las consultas para tratar algún tipo de disfunción sexual están ligadas a causas psicológicas y estrés, siendo solamente un 15% de origen biológico.
El estrés es, una respuesta del organismo cuando se ve sometido a elevadas exigencias. Sin embargo cuando estas demandas aumentan y no somos capaces de rendir como deseamos, o nos cuesta desconectar con los eventos que nos causan estrés, las reacciones de nuestro organismo dejan de ser funcionales y se convierten en un problema. Uno de estos, es la falta de placer, lo cual ocasiona muchos otros conflictos como discusiones y problemas en la pareja.
Una orientación que puede ser útil al querer mantener una buena sexualidad con la pareja, responde a la necesidad de comunicación fÃsica y psicológica. SerÃa básico mejorar la comunicación, es decir, saber qué quiero conseguir y qué quiere conseguir mi pareja con el encuentro sexual y cómo es grato y adecuado para ambos. Explicitar con franqueza lo que uno quiere y el escuchar lo que el otro desea. Cuando estas diferencias no se comunican, es difÃcil lograr la satisfacción y plenitud en la vida sexual, con o sin estrés.
A continuación algunos consejos para que el estrés no afecte tu sexualidad, no obstante si el nivel de estrés es grande lo más recomendable es que acudas a un especialista que te ayude a controlarlo.
– Realiza actividades con tu pareja que no estén en la rutina diaria.
– Reduce las cantidades de tabaco si es que fumas y evita el alcohol.
– Duerme las horas suficientes.
– Trata de evitar dejar tareas pendientes
– Encara proyectos objetivamente, sabiendo que puedes cumplirlos.
– Respeta tus deseos, motivaciones y elecciones.
– Cuida y fortalece tu autoestima.
– Practica ejercicio.
– Aliméntate de forma saludable.
– Rodéate de personas positivas!
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